martes, 11 de agosto de 2009

El decálogo del desarrollo parte 1

Hace unos 15 años leí con mucha atención un folleto que encontré entre los libros que mi madre usaba para dar clases, según recuerdo ella lo obtuvo como parte de una campaña del ministerio de educación con la intención de promover el decálogo del desarrollo. El folleto que aún conservo en algún lugar de mis efectos personales en Lima, me dejó una grata sensación y un gran sentimiento esperanzador para nuestro país.
El libró del decálogo del desarrollo fue escrito por el empresario Octavio Mavíla, luego de visitar algunos países desarrollos y realizar un análisis acerca de las diferencias entre el Perú y dichos países, que podríamos considerar en muchos aspectos ejemplos a seguir. Como deben de deducir acertadamente, su objetivo es similar al mío, al exponer las experiencias positivas en Alemania que podamos rescatar para mejorar los niveles de vida en el Perú.
El libro se escribió al comienzo de los 90s y planteaba objetivos muy alentadores ya para el primer decenio del siglo XXI. Estamos por terminar dicho decenio, si bien se ha avanzado en temas económicos, aparentemente en temas de cambios de actitud todavía estamos en los mismos niveles que hace 20 años (o más).
El objetivo del decálogo del desarrollo es simple: Delinear las actitudes y comportamientos de las personas que dirijan una Sociedad hacia el desarrollo social, cultural y económico, aumentando la calidad de vida de sus habitantes y por consiguiente su felicidad, considerando esta como objetivo primario del ser humano: “El ser feliz”.
En mi opinión el sueño de Octavio Mavíla está aún lejos de concretarse y creo que el decálogo debería de actualizarse y replantear nuevos objetivos. En ese sentido en Vivireficiente trataremos de realizar un análisis más realista y una actualización de sus objetivos. Sus principios básicos están aún en plena vigencia y en los cuales yo creo firmemente.
Es necesario sin embargo refrescarnos la memoria, para poder realizar un análisis justo y entender el excelente mensaje del Decálogo. Para ello voy a reproducir en las próximas entregas del blog partes del decálogo, para luego realizar un análisis completo.
Cuando terminen de leer el texto completo se darán cuenta que el decálogo del desarrollo tiene mucho que ver con vivir eficiente (y feliz).


Decálogo del Desarrollo


Deseos Primarios de Toda Persona

Se puede tener la completa seguridad de que si a un grupo de personas se les hace las siguientes tres preguntas:

¿Desean ganar más?
¿Desean progresar más?
¿Desean mayor felicidad?

todas responderán afirmativamente. Y no sólo ello, sino que sana y de manera consciente cada una de esas personas afirmará que se está esforzando por obtener una mejor posición en cada una de esta legítimas aspiraciones.

Sin embaro, constatamos a diario que nuestro país, así como en los países subdesarrollados pobres, que la gente no progresa, no gana lo suficiente y en consecuencia, no tiene la oportunidad de cubrir determinadas necesidades materiales que forman parte de la felicidad de un persona.

El trabajo aquí presentado, busca el camino que permita satisfacer estos anhelos en las personas que conforman una empresa, grande o pequeña en los trabajadores independientes, en los profesionales, en los empleados públicos, etc; en resumen, busca el desarrollo del Perú basándose en la superación de cada peruano.

Países Pobres y Países Ricos

Somos un país subdesarrollado y pobre. Mientras tanto, oímos hablar de países desarrollados y ricos.

¿En qué se traduce la clasificación de ricos y pobres o desarrollados y subdesarrollados?

Empecemos diciendo que señalar las características de nuestra pobreza, será repetir algo conocido por todos, porque a diario esta situación padece la mayor parte de la gente del país, y quien no la vive por tener una posición acomodada, está sin embargo en contacto con ella en sus diferentes manifestaciones.

En los países ricos, altamente industrializados, la producción de alimentos, bienes y servicios, alcanza un gran volumen con gran eficiencia de producción lo cual hace que parte de sus necesidades en todo orden de cosas sean cubiertas y que aún haya excedentes exportables, lo que a su vez da al país posibilidades de importar aquello que, por alguna razón, no produce o lo hace en insuficiente cantidad.

Dos ejemplos contundentes nos permitirán apreciar en toda su realidad el contraste de los sistemas de producción de estos países con los nuestros.

En el Perú trabajan 2'700,000 personas de 16 a 65 años en el campo, 47% de la PEA (población económica activa), cantidad que subiría sustancialmente si contáramos a los menores de 16 y mayores de 65. Sin embargo, somos deficitarios en alimentos y tenemos que importarlos por 400 millones de dólares anualmente para alimentar a 20 millones de personas. En Estados Unidos, trabajan en el campo 3'500,000 personas las cuales producen alimentos suficientes para sus 240 millones de habitantes y además, exportan 40,000 millones de dólares anuales a diversos países, y aún más, regalan a los países pobres diferentes productos del campo.

En la industria total del Perú, en miles de fábricas desde la más grande hasta la más pequeña, trabajan 300 mil personas y producen 4,500 millones de dólares anuales en diferentes productos.Honda Motor Co. Ltd., de Japón, con 40,000 trabajadores produce 16,000 millones de dólares anuales.

Ahora bien, esa alta producción y eficiencia han sido logradas a través de refinamientos de técnicas y sistemas de producción, por la fabricación de diferentes equipos, maquinaria, etc., el descubrimiento científico y la aplicación tecnológica del conocimiento en todo el campo, que conduce al incremento de la producción y a una vida más larga y plena de salud, rodeada de comodidad, con mayores posibilidades de evolución espiritual.

Esta gran producción, y las posibilidades múltiples de tener cada vez más conocimientos y preparación, conduce a dos resultados finales que vienen a ser característica palpable de estos países ricos, y que hacen la diferencia abismal con nosotros: la alta remuneración que percibe cada quien por su trabajo y el bajo costo, por escala de producción de todos los bienes.

Esto, en otras palabras, significa un gran poder adquisitivo.

Así, por ejemplo, con el salario de una hora de un trabajador en la línea de montaje de una fábrica de autos o de refrigeradores, éste puede adquirir una licuadora. Y con el ingreso de dos o tres meses puede adquirir un auto usado de tres años de antigüedad, y con el salario de un año, dos o tres del último modelo.

Comparando la riqueza de estos países con la pobreza del nuestro, automático surgen las preguntas ¿ Por qué hay países pobres y ricos? ¿Cuál es la explicación de estas diferencias abismales entre los países ricos y nosotros, por ejemplo?

1 comentario:

  1. Hola he posteado un link a tu articulo, te recomendaría que al final de éste publiques un link a su continuación. Salu2

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