Desde que llegue a Alemania y hasta ahora, me ha sorprendido gratamente su cultura ecológica muy desarrollada en comparación con Sudamérica e incluso otros países de la Unión Europea. La primera impresión que uno tiene es como si se hubieran adelantado a su tiempo, pues hay usos y costumbres de tendencia ecológica que datan de muchos años atrás. La respuesta a su elevado desarrollo en la conservación del medio ambiente la encontré ligada íntimamente al alto desarrollo industrial logrado por el país desde el siglo XVIII, con la llamada revolución industrial. Si bien esa época impulso el alto desarrollo tecnológica de este país, también creo muchos problemas medio ambientales, así como pobreza. Según artículos de la revista GEO para el siglo XIX, ya Alemania era un país altamente industrializado donde se fabricaban productos de toda clase que competían con los ingleses, americanos y franceses. En esa época la mayor fuente de energía era el carbón, que como saben es altamente contaminante, por lo que una consecuencia de su industrialización fue justamente un desastre ecológico; ríos contaminados, aire polucionado, medio ambiente sobre explotado, etc. Ese nivel de desarrollo aún no lo hemos vivido en el Perú, por lo que siempre es bueno mirar a los países desarrollados, aprender de sus experiencias y sobre todo de sus errores del pasado.
Una de las respuestas a los problemas de entonces fue la creación de Huertos Familiares (Schrebergarten), que sobrevive hasta el día de hoy. Estos son pequeñas parcelas de tierra que están dedicadas íntegramente a la agricultura o cultivo doméstico de verduras, frutas, plantas o flores, que respondieron básicamente a dos necesidades: Crear aéreas verdes donde uno se pueda sentir en contacto con la naturaleza y en parte palear el hambre de aquel entonces. Hoy en día la primera necesidad es aún válida y la segunda se ha transformado. Las frutas y verduras que uno puede eventualmente cultivar no contienen conservantes, ni químicos; son más saludables y ayudan a reducir el impacto de los químicos en el medio ambiente.
De no tener un espacio adecuado en tu casa para tu propio Huerto, se pueden alquilar en espacios especialmente diseñados para ellos, ubicados por lo general en las afueras de las ciudades. Allí uno puede distraerse con sus plantas, cultivar frutas y verduras, tener un marco de flores que le hagan sombra, hacer una parrilla para la familia y lo que a uno se le ocurra. Hay incluso Clubs dedicados exclusivamente a temas de jardinería y Huertos donde uno puede compartir experiencias y hacer amigos.
Creo que en una ciudad como Lima, que esta asentada en un desierto una iniciativa similar sería muy bien recibida por muchos y uno de ellos creo que sería mi Padre que disfruta mucho trabajar en su pequeño jardín y pasar algún tiempo regando el parque frente a la casa. Me imagino lugares ideales para ellos: Chosica, Cieneguilla o Lurín, alguien se anima?
Una de las respuestas a los problemas de entonces fue la creación de Huertos Familiares (Schrebergarten), que sobrevive hasta el día de hoy. Estos son pequeñas parcelas de tierra que están dedicadas íntegramente a la agricultura o cultivo doméstico de verduras, frutas, plantas o flores, que respondieron básicamente a dos necesidades: Crear aéreas verdes donde uno se pueda sentir en contacto con la naturaleza y en parte palear el hambre de aquel entonces. Hoy en día la primera necesidad es aún válida y la segunda se ha transformado. Las frutas y verduras que uno puede eventualmente cultivar no contienen conservantes, ni químicos; son más saludables y ayudan a reducir el impacto de los químicos en el medio ambiente.
De no tener un espacio adecuado en tu casa para tu propio Huerto, se pueden alquilar en espacios especialmente diseñados para ellos, ubicados por lo general en las afueras de las ciudades. Allí uno puede distraerse con sus plantas, cultivar frutas y verduras, tener un marco de flores que le hagan sombra, hacer una parrilla para la familia y lo que a uno se le ocurra. Hay incluso Clubs dedicados exclusivamente a temas de jardinería y Huertos donde uno puede compartir experiencias y hacer amigos.
Creo que en una ciudad como Lima, que esta asentada en un desierto una iniciativa similar sería muy bien recibida por muchos y uno de ellos creo que sería mi Padre que disfruta mucho trabajar en su pequeño jardín y pasar algún tiempo regando el parque frente a la casa. Me imagino lugares ideales para ellos: Chosica, Cieneguilla o Lurín, alguien se anima?
Desde mi punto de vista uno de los mayores beneficios de los Huertos familiares es la sensibilización del ser humano con el medio ambiente, uno puede demostrarse claramente que tan íntimamente están ligadas nuestras acciones a su conservación y equilibrio. Si a un Jardín no se le riega y cuida, luego de algún tiempo posiblemente todas las plantas mueran. Para terminar quisiera recomendarles a los entusiastas de la ecología que cultiven su pequeño jardín de casa y dependan menos de los productos del mercado, acá dicen que siempre los productos que uno cultiva saben mejor. Recuerden siempre vivir eficiente (y feliz).
EXCELENTE IDEA, OJALÁ LOS MINISTERIOS DEL AMBIENTE Y AGRICULTURA LOS PROMOVIERAN
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